viernes, 26 de abril de 2013
Un pequeño relato
Hoy voy a subir algo diferente que mis fotos. Esto que vais a leer es un relato que escribí para un concurso de relatos de mi instituto por el cual gane junto con una chica de 2º ESO (un besico pa' ella ^ ^)
La verdad es que se la he enseñado solo a unas cuantas personas así que me siento como si desvelase un secreto.... si vale se me ha subido un poco a la cabeza, NO ME JUZGUÉIS!!!!
Que espero que os guste y yasta ¬¬.
La verdad es que se la he enseñado solo a unas cuantas personas así que me siento como si desvelase un secreto.... si vale se me ha subido un poco a la cabeza, NO ME JUZGUÉIS!!!!
Que espero que os guste y yasta ¬¬.
Adiós Pequeña, adiós
Entró en la habitación como volando.
Parecía un ángel. Intentaba decirme algo, pero no conseguía escucharle. Solo
escuchaba el sonido de mi corazón, que latía con una inexplicable velocidad.
Sentía relajada y preocupaba al mismo tiempo…. ¿Quién era esa persona y por que
me hacia sentirme así? Por alguna extraña razón, me resultaba familiar, como si
ya conociese a esa persona. Comencé a recordar algo.
Era inverno y
habíamos ido a esa pequeña casa rural a la que íbamos todas las navidades ya
que, como a mi, a mi padre no le gusta tener mucha compañía y menos esa época
del año. Nos gustaba la soledad. Un día fui a dar un paseo por el pueblo como
hacia todas las mañanas pero, ese día no fue como los demás. Muchas veces
pienso que si el conductor no se hubiese quedado dormido y no llegase tarde, o
por el contrario yo hubiera cogido por
el camino por el que iba habitualmente, ese coche no me hubiese atropellado y
yo, con tan solo nueve años, no habría estado al borde de la muerte tan prematuramente.
Ese día me di cuenta de que ya no volvería a ser una niña. Ese recuerdo era tan
doloroso que no lo había vuelto a rememorarlo… Hasta ese momento.
Pero ¿Por qué ahora?
No conseguía entenderlo. Sonrío y me tendió la mano. Parecía como si quisiese
que fuese con el, pero no sabia el porque.
Entonces lo supe. En
el accidente, cuando me desmaye, vi la silueta blanquecina de una persona, por
aquel entonces pensé que era un enfermero, pero ahora se que no.
Esa persona quería que fuese al otro lado. Quería que
muriese. A mis nueve años no quería morir. Me quedaba tanto por vivir, conocer,
experimentar, sufrir, aprender… tantas cosas que no había hecho y quería hacer.
Fue entonces cuando fue clemente y me dio otra oportunidad.
Ahora no hay segundas
oportunidades. No hay clemencia, pero, aun así, eso no me molesta. Se que ha llegado mi
hora. La hora de que deje este mundo sin saber que pasara después de cruzar esa
puerta, aquella que me ha estado esperando desde que los nueve años. Nunca
pensé que diría esto pero, lo prefiero así. Quiero dejar de sufrir y de que los
demás sufran por mí. Desearía que las cosas fuesen de otra manera pero, esta
escrito que esto acabe de esta manera. Él seguía con la mano extendida para que
la cogiese, por lo que hice lo que alargué mi mano para juntarla con la suya.
Era cálida y fría al mismo tiempo. Lentamente nos acercábamos el uno al otro
como dos enamorados y pude verlo de cerca por primera vez. Nunca pensé que la
muerte fuese tan hermosa, fue entonces cuando se acerco a unos centímetros de
mi y dijo, con una voz dulzona “Te he estado esperando desde hace mucho, ven
conmigo.” Mire la pequeña habitación donde había estado tanto tiempo, donde
tenía tantos recuerdos… Ojala las paredes hablasen, así podrían escribir todo
lo que he vivido allí para no caer en el olvido. La verdad, espero que nadie me olvide, que
hiciesen algo que les recordara a mi y dijeran “Si, eso es lo que haría ella.”
No me arrepiento de lo que he hecho o lo que no, puedo dejarlo todo lo que un
día fui sin mirar atrás.
Y así, en esa habitación de hospital fue donde la muerte se
llevo donde podría ser feliz de verdad.
Fin
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario